A los muertos No les lloro, En paz, descansa. Tu cuerpo para mí Es ceniza, Y el polvo al polvo vuelve. El dolor ataca los huesos Pero aun así, Sé que estoy viva. Los muertos no escuchan, No respiran, Solo el egoísmo propio, La necesidad de tener al otro Hace que por las heridas Se infiltren demonios.